Ansu Fati, otrora gran promesa del Barcelona, no ha logrado recuperar su mejor nivel tras un historial de lesiones, y su rol bajo la dirección de Hansi Flick se ha reducido a una suplencia constante.

Con el inicio de la nueva temporada en el horizonte, el técnico alemán no contempla un lugar para el extremo en la plantilla, lo que ha llevado al jugador y su entorno a buscar una salida.

El Mónaco ha surgido como el destino más viable, con negociaciones avanzadas para un préstamo, aunque el acuerdo aún no se ha cerrado debido a discrepancias sobre el salario del futbolista.

El director deportivo del Barcelona, Deco, ha establecido el 30 de junio como fecha límite para concretar la cesión de Fati al club de la Ligue 1, con una opción de compra a un precio reducido.

Sin embargo, el principal obstáculo radica en los más de 10 millones de euros anuales que percibe el jugador. El Barcelona se mantiene firme en no asumir ningún costo de su salario, dejando dos opciones sobre la mesa: que el Mónaco cubra íntegramente el sueldo o que Fati acepte una significativa reducción salarial para facilitar el movimiento. La decisión recae ahora en el club francés y el propio jugador.

Las negociaciones entre Fati, su agente Jorge Mendes y el Mónaco se intensifican ante la presión del plazo impuesto por el Barcelona. Este ultimátum refleja la urgencia del club culé por resolver el futuro de una de sus promesas más brillantes, cuyo potencial se ha visto mermado por las lesiones.

Si no se llega a un acuerdo antes de la fecha límite, el futuro de Fati podría complicarse aún más, ya que el Barcelona busca aligerar su plantilla y enfocarse en jugadores que encajen en el proyecto de Flick para la próxima temporada.