En las últimas horas, trascendieron audios en donde efectivos dan cuenta del mal manejo y la impunidad con la que se mueve el Jefe del Comando de Patrullas de Almirante Brown, Edgardo Perdiguero, el mimado del intendente Mariano Cascallares, quien fue acusado de obligar a sus subordinados a trabajar sin descanso, 24 horas seguidas. Aseguran que si no cumplen con el pedido, son sancionados.
Es por eso que uno de los efectivos se quedó dormido y terminó volcando con el patrullero. EL hombre terminó con politraumatismos varios y tuvo que ser hospitalizado. Podría haber sido una tragedia.
Almirante Brown: Volcó un patrullero y policías amenazan con paro
— Jero Mura (@jeromura) September 24, 2021
Fue esta mañana luego de que un policía se quedara dormido al volante. Las victimas fueron hospitalizadas c traumatismos y cortes en el rostro. Denuncian que los obligan a manejar 24 hs de corrido o los sancionan pic.twitter.com/12nWPFMpAZ
Las horas CORE (Compensación por Recargo de Servicio), según explicaron las fuentes a Buenos Aires Ahora, son "vendidas" por esta persona, quien se queda con la mitad del dinero y obliga al personal a recargarlas a sus horarios, haciendo que trabajen más de lo debido.
En uno de los audios a los que tuvo acceso este medio, uno de los denunciantes manifestó: "Vende las horas CORE a los vigis que tranzan y son obligados a recargar. Están cansados los de comando. Es por eso que, en primera instancia, se pide la remoción del inservible este, que es un corrupto y que estaba bajo disponibilidad por el quilombo que tuvo en la Salada por la venta de estupefacientes, que cobraban dadiva por la venta de droga".
Y continuó: "Él arregló con el Ministerio, con el sector político y ante Asuntos Internos. Puso 1 millón y medio de pesos y por eso no lo removieron. Ya bastante lo sometió al personal, así que pedimos la destitución del Jefe, o que lo pasen a drogas ilícitas, así se sigue drogando tranquilo ahí".
En otro audio, amenazan con un paro para frenar de alguna manera la corrupción. "Pedimos la destitución o que remuevan al corrupto del Jefe del comando, ya que vende las core, somete a los hijos, hace una persecución y es un falopero. No puede ser que una persona así maneje a un Comando, está bien que tiene lineamiento con el sector político ya que fue puesto a dedo por el intendente", sostiene.
Perdiguero hizo buena parte de su carrera policial en zona sur, más precisamente en Quilmes, aunque con tareas de investigación que incluían trabajos en Florencio Varela y Berazategui. En algún momento estuvo relacionado en la causa del Triple Crimen de General Rodríguez, lo que este medio llamó la ruta del “narcosur”. La jueza federal María Servini de Cubría apuntó a él y a otros integrantes de la DDI, cuando intentó determinar si los condenados Lanatta y los Schillaci actuaron solos para secuestrar en Sarandí, asesinar en Quilmes y trasladar a General Rodríguez los cuerpos de los tres empresarios o si fueron ayudados justamente por esosefectivos policiales. Nunca se aclaró.
Otro de los temas en el que lo apuntaron fue unos meses antes del conocido “Leones Blancos”, por el que están involucrados el fiscal de San Isidro, Claudio Scapolán y varios efectivos de la entonces Brigada de Quilmes.
Según escribió el periodista Agustin Ceruse, Perdiguero aparece involucrado por una denuncia de Adrián Gonzalo Baeta y Carlos Daniel Maidana el primero, oficial de la Bonaerense, el segundo, cabo retirado de la Federal. Uno muerto el otro “testigo protegido”. Tampoco nunca se terminó aclarando la situación del comisario donde nació la revuelta.
Perdiguero logró sobrevivir a estas denuncias gracias a la firma del entonces Ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, que lo ascendió en la resolución fechada el 12 de julio del 2016. Dos años después, en abril del 2018, tras una inspección, dos jefes de la DDI de San Miguel fueron desafectados. Uno de ellos era Perdiguero.
Florencia De Sensi de Asuntos Internos de la Bonaerense apareció de incógnito en la Dirección de Investigaciones (DDI) de San Miguel. Explicó que junto a un grupo de inspectores haría un control de rutina y así lo hizo: revisó oficinas, libros de guardia, de la administración declaraciones juradas y no encontró nada fuera de lugar. También revisó los teléfonos celulares del titular. Minutos después requisó el auto particular del teniente primero, Sergio Arévalo. Allí encontraron unos 80 mil pesos. Lo que sirvió para abrir un acta y dar cuenta a la UFI compleja Nº 8 de San Martín, cuyo fiscal ordenó que comenzaran actuaciones por ilícito. Horas después Arévalo y su superior, Edgardo Perdiguero entregaron sus armas reglamentarias y quedaron a disposición de la fuerza.
Pero años más tarde, el comisario dio cuenta de que puede sobrevivir a cualquiera de los gobiernos. Y a comienzos de agosto del año pasado, el Ministro de Seguridad Sergio Berni lo puso al frente del Comando de Patrullas de Almirante Brown, donde nació la revuelta que lo pone entre las cuerdas.