Los días en la cárcel para Anibal Lotocki parecen empezar a estar contados, no por el buen trabajo de sus abogados, sino por los amigos del poder que necesitan del "bueno" del cirujano.

Todos desean saber cuál es el secreto del cirujano para estar tan tranquilo y tener el tiempo de pelear por su libertad, lo cual hace peligrar su estadía en el país.

El cirujano supo construir su base de poder amparado en situaciones de aparente "lavado" de dinero con varias entidades y organismos del estado.

Varias de sus empresas están vinculadas entre sí con algún organismo del estado al cual factura, lo curioso es que nadie recuerda haber visto al cirujano presente en algunos de ellos.

Así su empresa Distribon SRL tiene registros de facturación al Poder Judicial, al penal de Devoto e incluso varias facturas de servicios al Ministerio Fiscal.