Tottenham Hotspur se consagró campeón de la Europa League por tercera vez en su historia al derrotar 1-0 al Manchester United en la final disputada en el estadio San Mamés de Bilbao.

El único gol del partido llegó a los 42 minutos del primer tiempo, cuando un centro de Pape Matar Sarr fue desviado por el lateral del United, Luke Shaw, quien marcó en propia puerta, dejando sin opciones al arquero André Onana. Este tanto definió un encuentro intenso y marcó el regreso del Tottenham a la gloria europea.

El equipo londinense, dirigido por Ange Postecoglou, puso fin a una sequía de 41 años sin títulos internacionales, ya que su última conquista en Europa fue en la temporada 1983/84, cuando superó al Anderlecht por penales. Este triunfo en Bilbao representa un hito para los Spurs, que no levantaban un trofeo desde la Copa de la Liga Inglesa de 2008, cuando vencieron 2-1 al Chelsea en Wembley.

Con esta victoria, Tottenham no solo celebra un nuevo capítulo en su historia europea, sino que también reafirma su competitividad en el escenario continental. El gol en contra de Shaw y la solidez defensiva del equipo fueron clave para sellar un título que quedará grabado en la memoria de los aficionados, quienes festejaron en Bilbao el fin de una larga espera por un nuevo éxito internacional.