El Olympique de Lyon sufrió un duro golpe al ser descendido a la Ligue 2 por decisión de la Dirección Nacional de Control de Gestión (DNCG) debido a una deuda de 175 millones de euros.

La sanción, basada en el artículo 11 del reglamento, se ratificó tras una reunión con el dueño del club, John Textor, y el director deportivo Mickael Gerlinger, quienes no lograron revertir la situación. El club, ganador de siete ligas francesas y clasificado a la Europa League, enfrentará la próxima temporada en la segunda división.

A pesar de que Textor afirmó recientemente que el club estaba en buena forma financiera tras varias inversiones, la DNCG consideró insuficientes las medidas tomadas.

El organismo ya había advertido al Lyon en noviembre de 2024 con la posibilidad de descenso si no regularizaba su situación económica. La decisión administrativa ha generado conmoción en el fútbol francés, dado el peso histórico y deportivo del club.

El Olympique de Lyon emitió un comunicado calificando la sanción como “incomprensible” y anunció que apelará la resolución. La institución expresó su incredulidad ante el castigo, argumentando que no se justifica descender a un club de su magnitud por una decisión administrativa.

Mientras se define la apelación, el futuro del plantel queda en incertidumbre, con el club enfrentando una crisis que podría marcar un antes y un después en su historia.