Durante la noche del martes 19 y la mañana del miércoles 20 de marzo, el Conurbano bonaerense se vio golpeado por una fuerte tormenta que afectó a todo la zona, causando importantes daños, pérdidas materiales, inundaciones, problemas en la prestación del servicio eléctrico, e incluso se registró un fallecimiento causado por un derrumbe.

Las localidades del Área Metropolitana Bonaerense (AMBA) se vieron severamente afectadas, incluyendo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como los distritos del conurbano que rodean a la capital, y hasta la ciudad de La Plata.

Localidades como San Vicente y Alejandro Korn se vieron anegadas por las copiosas lluvias, y la violencia del temporal causó que más de seis mil usuarios se quedaran sin luz. De igual forma, en Canning se registraron inundaciones en las calles y caminos internos de los countries.

Avellaneda, Lanús y Lómas de Zamora volvieron a quedar tapadas por la torrencial tormenta, tal como había sucedido la semana pasa. Incluso, se difundieron videos del shopping Alto Avellaneda, en los cuales se puede observar cómo se desprende una parte del techo y el agua entra de forma incontenible en el edificio.

La ciudad de La Plata quedó muy complicada debido a la caída de 123 milímetros de precipitaciones en dos tramos muy breves de tiempo, lo que no deja tiempo para el drenado y como consecuencia generó importantes anegamientos. El agua entró en muchas viviendas, y en zonas periféricas, los vecinos se encuentran sin agua potable, puesto que se abastecen por medio de motores de bombeo, que no funcionan por las condiciones de la ciudad.

Por otro lado, en el barrio porteño de Recoleta, se registró lamentablemente el fallecimiento de una mujer, quien sufrió un duro golpe en la cabeza al desplomarse un balcón a causa de la fuerte tormenta y caérsele encima.

Las condiciones climáticas afectaron también al sistema de transporte. En Ezeiza hay alerta roja, y el ramal del Tren Roca interrumpió su servicio debido a las inundaciones, aunque luego fue reestablecido.

Vale destacar que, mientras las administraciones comunales llevan a cabo las tareas de contención y reconstrucción, la región sigue bajo estado de alerta por las condiciones climáticas.