La política y el espionaje en Argentina sigue teniendo su "Lado B" oculto, el cual tras cada capítulo nuevo de Buenos Aires Ahora va quedando en exposición total. En esta ocasión, el ex senador bonaerense Roberto Costa es el principal protagonista.

Del mismo modo que doblegó y traicionó vilmente a su amigo de 40 años, el operador político Aldo César Scozzatti, habría manipulado a la Justicia y su poder en la Cámara de Zárate-Campana. Todo ello presuntamente para interferir en el fallo del juez Luciano Marino de Escobar e impedir la libertad de su vieja amistad.

No le importó la figura de aquél hombre que le salvó dos veces la vida a su hijo Leandro Costa y a su madre, esta última socorriendola con un médico de Zárate (irrumpiendo en la guardia del nosocomio) y llevándosela.

El cometido de Costa no se habría podido realizar sin la utilización de dos camaristas amigos de él: Vicente Botteri y Mariano Magaz. El primero es quién representaba al ex senador bonaerense cuando este se encontraba como vicepresidente del Consejo de la Magistratura.

Por otra parte, Magaz es el ex fiscal del Rincón de Milberg (Tigre, provincia de Buenos Aires). Es el mismo que fuera presentado por Jorge Montaña a Scozzatti y Costa para que lo ayudarán con su terna de camarista, en el lugar vacante que se encontraba en Zárate-Campana.

Ello no les fue suficiente para doblegar arbitrariamente el fallo de Marino, lo cual decantó en el reconocido "lawfare" en el polo judicial de Zárate-Campana, en contra de Scozzatti, en dónde había obtenido la libertad del mismo modo que la causa que llevaba adelante Julio Andrés Grassi. La misma manera que Costa operó en el Consejo de la Magistratura para destituir al ex juez y actual concejal de La Plata por el Frente de Todos (FdT) Luis Arias.

Asimismo, en los eventos que Costa realizaba en el anexo del Senado bonaerense (ubicado en La Plata) como congresos, en dónde asistía el presidente de Casación junto a su hija. En dónde esta última iba a llegar al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) de Quilmes como parte de un trato en la aprobación del Tarifazo en la Corte.

"El senador Costa no cumplió con su palabra, según estimaba Natiello mediante llamadas al operador político Scozzatti", sentenció un anónimo a Buenos Aires Ahora. Y añadieron: "Todo le salió redondo".

No corrió la misma suerte la esposa de Costa, Malena Baro, la cual llegó como vicepresidente de IOMA. Todo gracias a un supuesto acuerdo entre el ex senador bonaerense con el ex ministro de Economia provincial, Hernán Lacunza.

Son varias las aristas dentro de la Justicia, tanto provincial como nacional, en dónde quedaría expuesta una asociación ilícita en la cual no solo sale supuestamente perjudicado el operador político Scozzatti. Sino también sería una herramienta para remover jueces y fiscales. ¿La Constitución Nacional se los demandará?

Investigación:

Ulises Catriel Cuenca