El interventor de AFI, Agustín Rossi, quien llamativamente sigue en sus funciones pese al atentado que sufrió CFK, firmó un convenio con el Banco Nación para proveer de combustible y lubricantes para la flota de vehículos que utilizan a diario tanto él, como sus funcionarios. El monto total asciende a los 45 millones de pesos, nada más y nada menos.

Los lugares autorizados para cargar nafta super y comprar productos para el mantenimiento de los motores será exclusivamente en las estaciones de servicio de YPF. Esto se da en medio de un aumento del 7,5 por ciento, incremento que se produjo hace apenas 10 días y que afecta directamente en el bolsillo de los trabajadores argentinos.

A través de un decreto publicado el pasado 31 de agosto, Agustín Rossi, el mismo funcionario al que se le perdió un misil, en su carácter de secretario de estrategia y Asuntos Militares acordó implementar un sistema de compra de combustible, lubricante y otros insumos para la flota de vehículos oficiales del organismo a través de un sistema de “tarjeta prepaga con tecnología dual”. El acto de firmas del convenio fue representado por Eloísa Carmen Trino, en carácter de apoderada del Banco Nación, aunque -sospechosamente- la mujer no figura en ningún documento oficial.

Tal como se mencionó anteriormente, para este convenio el Ministerio de Defensa dispuso un presupuesto de $45.000.000 de las arcas del Estado.

A su vez, se detalló que los funcionarios podrán acceder a una plataforma web corporativa de Nación, en forma remota a través de Internet, donde estará alojado el sistema de consulta y gestión de las tarjetas prepagas. Y aseguran que el límite de compra “se otorgará en función del crédito mensual que el organismo ordene acreditar en la misma”.