En medio del dolor que atraviesa el mundo por la muerte del Papa Francisco a sus 88 años, en Hurlingham muchos recuerdan con indignación un gesto tan mezquino como simbólico: el actual intendente camporista Damián Selci eliminó el nombre del pontífice del Hospital de Emergencias que había sido bautizado en su honor por el ex intendente Juan Zabaleta. La institución, ubicada en Veragua 4591, pasó a llamarse simplemente “UPA 9 - Unidad de Pronta Atención”, una decisión que jamás fue explicada oficialmente pero que no pasó desapercibida para los vecinos.
El cambio de nombre fue realizado durante la actual gestión de Selci, iniciada en diciembre del 2023, y significó mucho más que una simple modificación administrativa. Fue un acto deliberado para borrar la huella de su antecesor y, al mismo tiempo, un desprecio hacia la figura del Papa más querido en la historia de la iglesia católica .
El hospital había sido inaugurado como un símbolo de cuidado, cercanía y compromiso con los más humildes, valores que encarnaba el Papa Francisco y que hoy parecen no tener lugar en la visión política del actual jefe comunal.
Mientras en todo el mundo se multiplican los homenajes al primer Papa argentino, en Hurlingham hay un intendente que decidió tachar su nombre de un espacio de salud pública, imponiendo la política sectaria una vez más por sobre el sentido común y el reconocimiento a una figura trascendental para millones.
Jorge Bergoglio fue una figura de unidad, de compasión y de compromiso social. Selci elige lo contrario: dividir, imponer y borrar. Pero por más que saque placas o cambie carteles, la memoria de los vecinos sigue intacta. Y con la muerte del Papa, también vuelve el repudio de quién decidió negarle el homenaje que merecía.