Última actualización: 4:40
Política
Tensión

Protesta de repartidores y reproches: cómo La Cámpora opacó la visita del gobernador bonaerense a Hurlingham

Las imágenes oficiales del encuentro se redujeron al mínimo, como si Hurlingham hubiera sido un trago amargo pero inevitable de la campaña.
Las imágenes oficiales del encuentro se redujeron al mínimo, como si Hurlingham hubiera sido un trago amargo pero inevitable de la campaña.

Axel Kicillof llegó al distrito de Damián Selci para entregar móviles policiales, pero se encontró con una protesta que en La Plata leen como un armado de Florencia Lampreabe para incomodar al gobernador. Comentarios corrosivos y una disputa por la autoría de las obras marcaron una visita que expuso la interna abierta con La Cámpora.

Hurlingham fue el último punto de la gira de Axel Kicillof por el oeste del conurbano este martes 12 de agosto. Llegó con agenda oficial, acompañado por Gabriel Katopodis, para entregar 14 móviles policiales y recorrer obras. Lo que no figuraba en la grilla era la bienvenida que le tenía preparada La Cámpora: una protesta de repartidores de apps estacionados en la puerta de la municipalidad, bloqueando el acceso con motos y reclamos exaltados. Ni la policía local ni las áreas de control urbano hicieron algo por despejar la escena, como si todo estuviera cronometrado para arruinar la llegada del gobernador.

En la mesa chica de Kicillof no hubo dudas: no fue un “episodio espontáneo”, sino una operación de recibimiento hostil. Cincuenta minutos después, y sólo cuando la incomodidad ya era evidente, apareció Valeria Salazar, secretaria de Desarrollo Social de Damián Selci y exjefa del PAMI en Morón, para mediar con los manifestantes. Aunque lo hizo con la actitud de quien cumple un trámite que preferiría evitar.

En público, Selci y Kicillof se mostraron cordiales, recorrieron obras e incluso compartieron un móvil en vivo para Crónica TV. Pero detrás del escenario, el trato fue frío, distante, casi protocolar. Según un testigo del círculo del intendente, Florencia Lampreabe, a quienes todos consideran la “interventora en las sombras de La Cámpora en Hurlingham”, no disimuló su hostilidad ni un minuto. Durante la jornada, dejó correr comentarios corrosivos sobre el gobernador y su equipo, lo bastante fuertes como para que llegaran a oídos de la comitiva bonaerense.

Pero la relación ya venía golpeada. Días antes, Selci había exaltado la “candidatura natural” de Máximo Kirchner en la provincia, desafiando el intento de Kicillof de unificar la campaña bajo un solo proyecto. “La unidad es un eslogan vacío”, murmuró un funcionario provincial, resignado a la guerra fría que se respira en el distrito. Lejos de cámaras, el clima se tensó todavía más cuando un grupo de militantes camporistas acusó a Kicillof de ser un “traidor a Cristina Kirchner y al proyecto nacional y popular”.

Desde el bando de Kicillof, sin embargo, la respuesta fue inmediata, por lo que “el desastre de la gestión de Selci” y su imagen como “el peor intendente del conurbano” volvieron al centro de la discusión. En un tono semejante, el reproche más áspero llegó cuando desde La Plata cuestionaron la obsesión del municipio por apropiarse de obras financiadas con fondos provinciales. “Aparece en videos como si él las pagara, pero no tiene ni para cambiar una baldosa sin que le mandemos la plata”, lanzó un colaborador del gobernador.

La disputa quedó disimulada en las fotos oficiales, pocas y cuidadosamente editadas, pero no en los pasillos del municipio de Hurlingham, donde la historia corrió rápido. Para el equipo de Kicillof, la jornada fue la confirmación de que Selci y Lampreabe no están interesados en tender puentes, sino en socavar su imagen y la de Fuerza Patria. Primero con una protesta que parecía de manual, luego con un protocolo helado y, finalmente, con el viejo truco de adjudicarse logros ajenos.

Horas antes, también Juan Zabaleta, desde Somos Hurlingham, había advertido: “La Cámpora es una policía ideológica y no tiene legitimidad”. El comentario, en ese contexto, sonó a anticipo. Con un “shock de obras” que nadie cree y un Instituto Patria cada vez más desinflado, el episodio de Hurlingham se lee como otro capítulo del ocaso camporista de Selci en el oeste: motos, carteles y sonrisas congeladas para la cámara.

Frente a la municipalidad, una protesta de repartidores bloqueó el acceso con motos y reclamos contra Kicillof, en una movida de La Cámpora en su contra.
Frente a la municipalidad, una protesta de repartidores bloqueó el acceso con motos y reclamos contra Kicillof, en una movida de La Cámpora en su contra.
Tras empañar la foto inicial, la secretaria de Desarrollo Social de Selci, Valeria Salazar, también exjefa del PAMI en Morón, apareció para mediar los reclamos.
Tras empañar la foto inicial, la secretaria de Desarrollo Social de Selci, Valeria Salazar, también exjefa del PAMI en Morón, apareció para mediar los reclamos.
Lectores: 59415

Comentarios

MÁS NOTICIAS

POPULARES