El fútbol argentino despide a una de sus figuras más emblemáticas: Juan Ramón Verón, conocido como La Bruja, murió a los 81 años. Ídolo de Estudiantes de La Plata y padre de Juan Sebastián Verón, otra gloria del club, su partida deja un vacío en la institución y en los hinchas que lo veneran.

Verón fue pieza clave en el equipo dirigido por Osvaldo Zubeldía, que marcó una era dorada para el Pincha. Su gol en Old Trafford, en 1968, ante el Manchester United, selló la conquista de la primera y única Copa Intercontinental para el club platense, un hito que aún resuena en la memoria colectiva.

A principios de mayo, Verón atravesó una internación en el Instituto Médico Platense debido a un deterioro general de su salud y una insuficiencia renal. Cabe destacar que vivía con un solo riñón funcional, condición conocida como monorrenia, lo que complicó su estado.

Aunque logró estabilizarse y recibió el alta, su salud permaneció frágil. Este martes al mediodía, La Bruja sufrió una descompensación en su hogar y fue trasladado de urgencia al sanatorio, ubicado a pocos metros del Estadio UNO Jorge Luis Hirschi. Lamentablemente, no pudo superar el cuadro y falleció horas después.

El deceso de Verón se suma al dolor que ya había golpeado al exfutbolista en enero, con la pérdida de su amigo y excompañero Eduardo Bocha Flores, víctima de una enfermedad pulmonar.

Este hecho afectó profundamente su estado anímico, según relataron allegados. Además, se recuerda que Verón no solo brilló en Estudiantes, sino que también dejó su huella en clubes como Panathinaikos de Grecia y en la Selección Argentina, donde disputó varios encuentros internacionales. Su legado trasciende generaciones y permanecerá eternamente en el corazón del pueblo Pincharrata.