La campaña electoral de La Cámpora en Hurlingham sumó un nuevo capítulo de violencia política: la modesta cartelería de Juan Zabaleta, ex intendente y actual candidato a concejal por Somos Hurlingham, viene siendo vandalizada.
El hecho no es aislado, sino parte de la campaña sucia que lleva adelante la agrupación de Damián Selci y Florencia Lampreabe , que espantados por la baja en las encuestas buscan callar a los que piensan distinto.
El cartel, que había sido colocado días atrás en la intersección de Av. Vergara y Pasco, apareció roto y vandalizado, repitiendo un modus operandi que se viene denunciando en distintos puntos del distrito.
La preocupación del oficialismo camporista es evidente: el rechazo de los vecinos frente a una gestión que no da respuestas y que acumula críticas cada vez más duras. Mientras tanto, el municipio bajo la conducción de Selci financia una millonaria campaña publicitaria con carteleria gigantesca, fake news y trolls en redes para instalar a su candidata a concejal, Florencia Lampreabe, ex diputada y actual jefa de Gabinete.
Con fastuosos recursos en dólares, La Cámpora busca imponer a una dirigente que ni siquiera vive en Hurlingham y cuya campaña habla de dineros de dudoso origen.
Mientras tanto la propaganda oficial contrasta con la realidad de los barrios: un hospital de PAMI abandonado, calles destruidas, inseguridad en aumento y servicios básicos abandonados, mientras los vecinos del distrito ven sus impuestos dedicados sólo a la campaña política .
La estrategia es evidente: blindar a la candidata camporista con publicidad a gran escala y acallar voces opositoras. Selci y Lampreabe, ajenos al distrito que dicen representar, utilizan a Hurlingham como plataforma política, profundizando el malestar de una comunidad que exige soluciones inmediatas y no campañas millonarias.